Los desodorantes sin tóxicos son una necesidad básica en nuestro cuidado del día a día.
Cada vez son más los estudios que advierten de la gran toxicidad del clorhidrato de aluminio para nuestro organismo.
Si bien la doctora Darbre y el doctor Exley fueron los que saltaron todas las alarmas por la toxicidad de este ingrediente relacionado con el cáncer de mama y la neurotoxicidad (desgraciadamente los estudios de 40 años del doctor Exley sobre el aluminio en la Universidad de Keele han sido finalizados por considerarse ‘temas sensibles’ según la propia universidad. Desconocíamos que la ciencia tuviera temas sensibles más allá de las pruebas).
Pues bien, a estos estudios se suman ahora los que hablan de la toxicidad pulmonar de este ingrediente y, recientemente, otro estudio va más allá y concluye que el clorhidrato de aluminio usado en desodorantes, incluso en los concentraciones inferiores a la toxicidad citotóxica “puede inducir estrés oxidativo e inflamación en las células alveolares”, incrementando la tasa ROS y produciendo inflamación, algo que tiene graves implicaciones para nuestra salud.
Si tenemos en cuenta que son muchos los estudios que han vinculado las enfermedades neurodegenerativas con la neurotoxicidad que el aluminio causa “los posibles mecanismos de neurotoxicidad del Al podrían estar relacionados con el daño celular a través de la producción de radicales libres, la alteración del metabolismo de la glucosa y los efectos sobre la transducción de señales”, podemos hacernos una idea de las implicaciones que para nuestra salud tiene el incremento de la tasa ROS (Reactive Oxigen Species, es decir oxidación celular) provocado por este ingrediente.
Eso, sin entrar a valorar los demoledores estudios de Darbre y Exley sobre la vinculación del cáncer de mama y el clorhidrato de aluminio.
Plot Twist. La piedra de alumbre que se vende como inocua tampoco es recomendable en nuestras axilas.
Esto nos demuestra que no todo lo natural es inocuo, pero sí lo es este desodorante ecológico.