¿Sabías que tu perfume puede contener hasta 3000 tóxicos que no están declarados en el INCI? Estas Navidades, apuesta por los perfumes naturales, que no solo tienen aromas exquisitos, sino que no perjudican las hormonas de quienes amas.
Te he contado muchas veces la cantidad de tóxicos que se esconden bajo la palabra parfum.
Porque aunque suene chic y seductor, bajo la palabra perfume se recogen todo una serie de compuestos (hasta 3000) que no solo aportan aroma al producto, sino que pueden ser cualquiera de los permitidos por la UE para los cosméticos.
Y ninguno de ellos se tiene que plasmar en el INCI porque forman parte de su ‘secreto comercial’, como los ingredientes de la Coca Cola.
– Para, para Nina. ¿No has dicho que son ingredientes permitidos por la UE?
– Si, pero cada vez son más las voces de científicos que se alzan contra la falta de control de las sustancias que se permiten y las que no. Y eso no quiere decir que no haya seguridad cosmética. No, de hecho estamos en la UE ante el sistema más garante de la ley de todos los continentes.
– Pues ahora sí que no entiendo nada.
– El problema no está en la seguridad cosmética, está en la base sobre la que esa seguridad de sustenta. Es como pensar en los carteristas que una y otra vez roban y tal y como entran en el juzgado, salen. Nadie piensa que el carterista en cuestión esté dándole una parte de sus ganancias al juez de turno, lo que todos sabemos es que la ley que ampara a ese delincuente reincidente es la que está mal. Pues con la cosmética pasa lo mismo. Es hora de revisar de nuevo los ingredientes cosméticos. Porque hasta el propio Reach de la UE lo dice.
Alguno de los tóxicos más inquietantes de las fragancias convencionales son los ftalatos y los almizcles sintéticos.
Los primeros de ellos son plastificantes y están presentes en casi todas las colonias y perfumes. Son los responsables de que pensemos que una colonia es buena porque nos dura mucho en la piel. Si tu fragancia dura todo el día, no le des las gracias a la labor de los perfumistas, sino a la de los ftalatos.
Pero es algo que se nos ha quedado en el imaginario colectivo y asociamos un perfume duradero con la calidad, en vez de con los tóxicos.
En este sentido, destacamos el impecable trabajo de Green Peace, Eau de Tóxicos. Es de 2005 pero está de plena vigencia, máxime hoy cuando la preocupación por determinados tóxicos estrogénicos como los ftalatos está de plena actualidad (aunque tristemente no sirva más que para dar noticias alarmantes sin que se tome ninguna medida posterior).
En este impecable trabajo se analizaron 36 fragancias masculinas y femeninas y se extrajeron los niveles de ftalatos. Los ftalatos presentes, como el dietil ftalato (DEP) se usa tanto para desnaturalizar el alcohol (sí, muy probablemente el alcohol de curar las heridas de casa esté desnaturalizado con ftalatos para hacerlo imbebible y que no nos emborrachemos, así que cada vez que le curamos las heridas a nuestros pequeños…).
Además se usa como vehículo de las fragancias para incrementar su duración en la piel. Es un plastificante que se absorbe y metaboliza rápidamente por nuestro organismo transformándose en dimetil ftalato, que circula en sangre constantemente sin acumularse en los tejidos, sino que tenemos una presencia constante de este compuesto en sangre.
De hecho, el dimetil ftalato se ha encontrado en la orina humana en concentraciones 30 superiores a otros ésteres de ftalato, siendo las mujeres las que más acumulamos estos tóxicos, probablemente por nuestro mayor contacto con cosméticos.
Los ftalatos, tienen un largo historial de dolencias detrás, pero una de las más reseñables es su vinculación con infertilidad.
Otra de las sustancias que encontramos presentes en los perfumes convencionales son los almizcles sintéticos, por ser más económicos que los naturales y supuestamente Cruelty Free.
Sin embargo, el encontrar una alternativa a los almizcles obtenidos de los animales tiene un revés bastante doloroso, ya que estos almizcles sintéticos son muy persistentes y se degradan lentamente en el medio ambiente, especialmente en los sistemas acuáticos y marinos, pero también en la atmósfera.
Los almizcles sintéticos más usados son el xileno de almizcle (MX) y cetona de almizcle (MK) y los almizcles policíclicos, galaxolide (HHCB) y tonalide (AHTN), que suman el 95% del mercado europeo de almizcles sintéticos.
Una investigación encargada por Greenpeace en Holanda en 2003 sobre el contenido químico del agua de lluvia encontró almizcles sintéticos en casi todas las muestras recogidas. En el informe se destacaba el hecho de que el nitroalmizcle Ambrette (MA), que está prohibido en la UE desde 1995 se encontrara en el 34% de las muestras de agua de lluvia. Este dato demostraba su persistencia a largo plazo en el medio ambiente.
Los almizcles sintéticos, al contrario que los ftalatos, se acumulan en los tejidos de seres vivos. De hecho, los almizcles utilizados en perfumes se han encontrado como contaminantes en sangre y leche materna.
Se sabe que estos compuestos tienen efectos anti-estrogénicos y, lo que es peor, son capaces de potenciar los efectos de otros disruptores endocrinos.
Entenderás ahora por qué soy tan pesadas con los dichosos e inofensivos perfumes.
Por eso contar cada vez con más productos ecológicos, certificados y sin tóxicos ni para nuestro organismo ni para el medio ambiente es, para nosotras, una genial noticia.
Ahora sí, voy a darte una selección de las fragancias naturales que más me gustan.
Fragancias sin disruptores endocrinos.